Antes de convertirse en todo un referente en el mundo del tatuaje, Ahmet Cambaz desarrolló su carrera artística como animador de dibujos en Estambul.
En 2013, su esposa le regaló su primer equipo de tatuaje y, lo que comenzó como un pequeño pasatiempo, se convirtió en su modo de vida.
Simples y sublimes, los tatuajes minimalistas de Cambaz recuerdan a las típicas ilustraciones de libros y novelas infantiles que tan buenos recuerdos nos traen. Quizá por ello, miles de personas no dudan en viajar hasta Turquía para encontrarlo y adornar su piel con uno de sus delicados dibujos. Y tú, ¿te atreverías?
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